Me alegra tanto escuchar tus promesas mientras te alejas,
saber que piensas volver algún día cuando los sapos bailen flamenco.
saber que piensas volver algún día cuando los sapos bailen flamenco.
Y yo te espero, ya ves, aunque no entiendo bien que los sapos
puedan dejar de saltar y bailar lejos de su charco.
puedan dejar de saltar y bailar lejos de su charco.
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