miércoles, 17 de marzo de 2010

that's what you get

Los medios de protección que la Constitución nos proporciona, son la libertad y los privilegios y recompensas conciliables con la libertad.
Los argentinos hemos sido ociosos por derecho y holgazanes legalmente. Se nos alentó a consumir sin producir.  Nuestras ciudades capitales son escuelas de vagancia de quienes se desparraman por el resto del territorio, después de haberse educado entre las fiestas, la jarana y la disipación.
Nuestro pueblo no carece de alimentos, sino de educación y por eso tenemos pauperismo mental.
En realidad nuestro pueblo argentino se muere de hambre de instrucción, de sed de saber, de pobreza de conocimientos prácticos y de ignorancia en el arte de hacer bien las cosas.
Sobre todo, se muere de pereza, es decir de abundancia. Quieren pan sin trabajo, viven del mana del Estado y eso les mantiene desnudos, ignorantes y esclavos de su propia condición.
El origen de la riqueza son el trabajo y el capital, ¿Qué duda cabe de que la ociosidad es el manantial de la miseria?
La ociosidad es el gran enemigo del pueblo, es preciso marcarla de infamia: Ella engendra la miseria y el atraso mental de los cuales surgen los tiranos y la guerra civil, que serian imposibles en medio del progreso y la mejora del pueblo.




Increíble que esto haya sido escrito por Alberdi en 1855 y sea tan correlativo con la realidad no sólo de Argentina, sino de tantos otros lugares del mundo.

miércoles, 10 de marzo de 2010

se me va la vida entre suspiros

   Ya pasó otro mes, otro mes que desapareció en un pestañeo. Y es en los comienzos de mes cuando decís: ¡Qué rápido pasa la vida! Y sí, te das cuenta de que a tu alrededor las flores crecen, muestran sus hermosos colores y al poco tiempo ("poco tiempo") se marchitan y mueren, dandole espacio a nuevas. Y en tu vida es lo mismo, la gente pasa, comienzan relaciones, terminan relaciones, personas que creias que conocías terminan siendo completos extraños, y, mientras tanto vos te quedas ahi, parado en el medio, aletargado, eterno. Sólo que tu cuerpo no sigue tu ritmo, sino que sigue el ritmo apresurado de tu alrededor y vos no podés hacer nada para cambiarlo. Por más tratamientos, por más riesgos y por más boludeces que uno haga, el cuerpo te termina pasando la factura. Y todas las cosas que uno hacía para llamar la atención o para ahogar las penas se terminan volviendo en contra, sin piedad. 
   Todas las noches de diversión y los descontroles vienen como viejos fantasmas y tocan tu puerta, se ríen en tu cara y gozan con tu amargura. Y los if, los si hubiera hecho tal cosa en vez de tal otra empiezan a rondar en tu cabeza, te confunden, te marean, van y vienen a su antojo, y  vos ahí, sin poder hacer nada. Te dejas llevar por la corriente, que antes de que te des cuenta te arrastra, te sumerge, te envuelve, te llenan de incertidumbre. Y vos le seguís dando batalla, pero ¿a quién? no hay nadie en tu contra, no hay enemigos, quien se hizo lo que se hizo fuiste vos, no tu padres, ni tus amigos, ni ninguna organizacion multinacional (McDonalds no tiene la culpa esta vez? lo hiciste vos solito... Una vez que lo reconozcas, y con el tiempo, te darás cuenta de que no existe ninguna fórmula mágica para borrar el pasado (nada de Ctrl + Z). Pero lo que sí hay son ganas de salir adelante (o por lo menos a flote).






Cuando alguna vez te canses de luchar: Recuerda aquí estaré a tu lado sin dudar.. te daré mi mano para juntos aprender la manera de poder vencer

 

(Maca ♔)