Ayer me regalaron un libro. De los que a mi me gustan, los usados, de los que no se conoce el dueño. Esos que que en vez de páginas lisas y blancas, tienen las páginas un tanto (bastante) amarillas y de una textura bastante porosa.

   Por eso me gusta ir a los mercados de pulga o a las ferias que se hacen en las plazas, para ver si hay algún libro que me llame la atención lo suficiente como para comprarlo.

   Este libro, a diferencia de otros, tiene nombre: Jorge W.

   ¿Quién sería este personaje? Y ¿A qué lugares habrá llevado a este, mi "Guerra de los mundos" de Herbert George Wells?

   Espero que no tenga ni una pizca que ver con George W. (Bush). Pero una qué sabe. Quizás el ex-presidente de los Estados Unidos de América pasó por Rosario alguna vez cuando jóven. O tal vez su padre. O quizás es sólo un nombre que el dueño de mi libro quiso recordar. Jorge W.   

    Me lo imagino como un hombre alto, muy elegante, vestido con traje negro con rayas grises y un sombrero como los que usaban los tangueros en los años '20. Encima de su traje, lo imagino con un sobretodo negro que usa con las solapas levantadas, lo que le da un aire de espía. Sus ojos grises y fríos, distantes. Siempre queriendo adelantarle un paso al destino. No le falta su portafolios de cuero (ese cuero que se nota que es de calidad) negro con broches dorados; dentro de él, muchos papeles y carpetas, como los que llevaría un abogado importante. 

   Aunque quizás también pudo ser un aficionado del arte, siempre con pintura en las manos y la cara. O un herrero, que en sus horas de descanso se distrae de la realidad con la Guerra de los Mundos. No sé. Quizás no sea ninguno de ellos. O tal vez es todos. 

   Quizás es un abogado importante que cuando llega a su casa toma la paleta, un lienzo y se pone a pintar. Y podría ser que en los fines de semana haga trabajos de herrero. ¿Quién sabe? Siempre me hubiese gustado encontrarme con alguno de los dueños y dueñas de mis libros y ver si alguno de ellos se corresponde con lo que yo imaginé. Lamentablemente, jamás me crucé con ninguno. 

(Maca ♔)